CUANDO EL FALLO/ERROR EN LA
COMPETICIÓN, ES MI MEJOR AMIGO.
Habitualmente en el deporte de competición, observo que cuando a
un deportista le sobreviene un resultado negativo, inesperado, en
ocasiones todo se vuelve oscuro, trágico, no se ve la salida, casi
todo se cuestiona e incluso alguno se replantea su futuro deportivo,
echando por tierra quizás, años de sacrificio y dedicación.
Por la mente del deportista suele pasar de todo, menos lo mas
importante...analizar en frío, de forma objetiva y una vez
pasada la competición, los errores que han podido aparecer.
¿Que ocurre cuando el resultado deportivo ha sido bueno, excelente?
generalmente lo contrario a lo descrito en el primer párrafo,
satisfacción, recompensa y...cegados por la alegría ahí se suele
quedar el análisis post-competición, tampoco se hace ese análisis
objetivo, en frío.
¿Es eso lo deseable?, ¿se ha hecho todo bien? ¿no hay nada que
mejorar? desde luego que aún habiendo triunfado, siempre
hay cosas que no se han hecho del todo bien, siempre hay
cosas que se pueden/deben mejorar para que esos errores no vuelvan a
aparecer en la próxima competición, para que nos permita seguir
creciendo como deportistas buscando del máximo rendimiento posible.
¿Por qué, tanto en un caso como en el otro, no se suele hacer ese
análisis post-competición?, quizás por falta de hábito deportivo,
por dejadez, por estar cegado por las emociones, por falta de un guía
profesional......., los motivos pueden ser muchos, quizás un
compendio de todos ellos ,pero lo cierto es que, por lo general, no
se suele hacer.
Una vez que el error/fallo en competición ya ha aparecido y nos ha
perjudicado...ya no hay marcha atrás, ya no podemos volver al pasado
para evitar que aparezca, en este caso el deportista puede tomar dos
caminos, uno es el camino oscuro, catastrofista
y negativo, el camino de las lamentaciones y la búsqueda de
causas externas/internas poco objetivas, proceso que nos
lleva a un desgaste emocional y de energías sin sentido,
un camino que nos perjudica y no nos hace crecer.
Otro es el camino positivo, el que va a hacer
que mejore como deportista, si el error en competición ya ha
ocurrido, y ya me ha perjudicado, voy a utilizarlo para construir,
para crecer como deportista, para que me beneficie y no para que me
perjudique, para que me haga mejor, mas fuerte, para que mi
rendimiento deportivo sea mejor la próxima vez evitando
que vuelva a aparecer.
Y digo que el error es como mi mejor amigo porque me esta
diciendo muy claramente, en qué soy débil, en qué los
demás son mejores que yo, que aspecto/os tengo que trabajar más en
los entrenamientos para mejorar, para seguir creciendo como
deportista, para que mi rendimiento sea mejor la próxima vez.
En todas las competiciones, independientemente del resultado,
siempre hay cosas que se deben mejorar, ser consciente de ellas,
analizarlas objetivamente (con alguien externo al deportista mejor) ,
trabajarlas en los entrenamientos, te hace crecer, hacerte mas
fuerte, serás un poco mejor, tu nivel deportivo habrá crecido un
peldaño mas.
A lo largo
de la vida de un deportista habrá muchísimas competiciones,
pongámosle un número para ser mas gráficos, (p.ej. 100) si en
cada una de ellas, nos tomáramos la molestia de hacer ese análisis
del rendimiento en competición (detectando errores/debilidades para
mejorarlas y puntos fuertes para potenciarlos aún mas) y
detectáramos/mejoráramos tan solo UN aspecto en cada una de
ellas... al final de la carrera deportiva ¿ Cuanto se habría
mejorado respecto a no haberlo hecho? . Es evidente que no hacerlo
lleva a una progresión mucho menor, incluso a un estancamiento del
rendimiento deportivo.
Imagínate
que estás encerrado en un desván a oscuras, un desván lleno de
muebles y de polvo del que quieres salir, pero en el que, debido a
esa oscuridad, no encuentras la salida, vas a tientas, vas chocando
con todos los obstáculos que tienes delante, que existen pero que no
ves, haciéndote daño continuamente, hacer ese análisis
post-competición es como encender una linterna en ese desván
polvoriento, el error sería esa luz que te ilumina el
camino, que te hace ser consciente del obstáculo que tienes delante
para no chocar con el y hacerte daño, sería en
definitiva esa ayuda que te permite salir de la oscuridad, por eso
siempre digo que el error en competición es mi mejor amigo.
Nacho Navarro
Psicólogo Deportivo
Máster en Psicología del Deporte y la Actividad Física.
Coaching Deportivo.
Num. Coleg.: O-02350
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