jueves, 19 de agosto de 2021


                                               ¿ QUE PUEDE HABER OCURRIDO?

Siendo tremendamente osado, ya que me falta toda la información del mundo,  intentaré explicar UNA DE LAS POSIBLES CAUSAS que han podido influir en este caso.

Como ya he comentado en alguna ocasión, en psicología del deporte existe lo que se denominan, " VARIABLES PSICOLÓGICAS RELACIONADAS CON EL RENDIMIENTO DEPORTIVO", aunque hay más,  cinco son quizás los pilares sobre los que se sustenta el rendimiento deportivo, mas si cabe a estos niveles competitivos, serían:

1.- MOTIVACIÓN 

2.- AUTOCONFIANZA-AUTOCONCEPTO

3.- MANEJO DEL NIVEL DE ACTIVACIÓN

4.- CONTROL DE LA ATENCIÓN CONCENTRACIÓN

5.- CONTROL DEL ESTRÉS-ANSIEDAD

El deportista de alto nivel, funciona en un equilibrio muy frágil respecto a estas variables, si se desajusta de forma importante una de ellas, se suele desajustar el resto.

La psicología del deporte es una ciencia, igual que la medicina, por lo que para una trabajo serio y profesional hay que seguir el método científico, establecer varias hipótesis de trabajo y contrastarlas.

 Con esto, no quiero decir que no haya cabida para que el psicólogo deportivo se apoye en su experiencia o  intuición profesional a la hora de afrontar un caso de estos,  pero sería un error de principiantes confiar solo en eso,  una EVALUACIÓN INICIAL SERIA Y PROFESIONAL es básica para afrontar un caso.

Importante es buscar el momento apropiado para hablar con el  deportista, NO ES BUENO hacerlo justo después de la competición, a no ser que él lo pida . 

No me quedaría solo con las causas que me dá el deportista, en muchas ocasiones, no son objetivos y los motivos reales pueden ser otros. Hablaría también con su entorno familiar, pareja, entorno deportivo, en el caso de que la causa no sea muy evidente.

Obtener información del deportista va a ser un proceso rápido o lento en función de si ya hay un trabajo profesional, una confianza previa con él o no y si el deportista pide ayuda, ve y cree, en la necesidad de trabajar algún aspecto concreto, o va "obligado" por el club o la familia, en este último caso, el trabajo puede llegar a ser muy áspero o nulo.

 A la hora de obtener la información del deportista , PRIMORDIAL CONSEGUIR SU CONFIANZA, hasta que no confíe en el trabajo psicológico y en el profesional, no te contará lo que realmente siente  y esa confianza no se consigue en una sola sesión de trabajo.

Por la información que me han pasado, no apostaría por un fallo de MOTIVACIÓN justo en ese momento competitivo, ésta, suele flaquear mas a lo largo del ciclo olímpico, la motivación suele fluctuar bastante a lo largo de la temporada y los años de preparación, cansancio, malos resultados en competiciones , entrenamientos tediosos, etc.

En principio apostaría mas por un fallo de ATENCIÓN-CONCENTRACIÓN, parece ser que en  el salto previo hubo un fallo de ejecución que no se esperaba, una baja puntuación que provocó una caída en la clasificación con la que no se contaba y ya quizás imposible de remontar. 

En una situación así, si no hay preestablecido un plan "B" ( básico...) que te redirija la mente y la ejecución técnica en positivo, todo se desajusta de una manera muy fuerte, aparecen los pensamientos negativos de una forma potentítisa como; " tanto sacrificio para esto...me esta viendo mi familia/entrenador/compañeras/patrocinadores/país/prensa....que ridículo estoy haciendo...tanto esfuerzo no me compensa..., me van a retirar la beca...no valgo para nada, para todos voy a ser el resto de mi vida un perdedor/a... etc).

El deportista entra en un bucle de pensamientos negativos que generan sensaciones/emociones negativas que INEVITABLEMENTE (insisto,si no hay plan B) lleva al desastre en la ejecución, así, es imposible sacar tu mejor rendimiento, ése por el que llevas entrenando toda tu vida y que ya has sacado previamente.

A esta saltadora, probablemente le habría venido muy bien trabajar lo que se denominan "Rutinas" para el trabajo en atención-concentración (similar a lo que hace Rafa Nadal en tenis), trabajaría los autodiálogos-autoinstruciones, la visualización, la respiración, el control del nivel de activación, autoconfianza, estrés, todo se dispara.

De esta forma buscamos que el deportista trabaje mentalmente en automático, que esté concentrado en cosas positivas que hará que ejecute el gesto técnico más en positivo, para que el rendimiento sea positivo.

 El deportista tampoco puede estar el 100% del tiempo  metido en rutina de concentración, eso para la mente es agotador,  también necesita desconectar, descansar, bromear con sus compañeros, evadirse de la presión de la competición, por lo que yo siempre trabajo las rutinas de atención-concentración a partir de un momento determinado de la prueba, lo que llamamos "el punto de no retorno", ese momento lo elegimos entre él y yo, puede ser desde el momento de subirse al autobús, entrada al pabellón, entrada vestuarios, mientras te vistes, calientas, sales a la cámara de llamadas, etc.

Creo que haber trabajado un plan "B" ante todo el abanico de problemas que se pueden presentar en competición, le habría permitido identificar de forma automática la solución mas adecuada para ese problema (si no hay plan B previo, es difícil en esa situación tener mente fría y elegir la mejor opción), eso, añadido a la consolidación de una buena RUTINA DE ATENCIÓN CONCENTRACIÓN, al trabajo en autodiálogos, visualización, le habría permitido tener controlada su mente, su nivel de ansiedad, nivel de activación y muy probablemente una mejor ejecución deportiva que no le permitiría conseguir ya el oro, pero si quizás, subir al podio y terminar su vida deportiva con otro sabor de boca.

Cientos de deportistas, año tras año, en cada campeonato de España, Europeo, Mundial, Olimpiadas, finalizan su vida deportiva de esta forma tan traumática, deciden dejar la práctica deportiva por completo, alejándose de aquello a lo que han dedicado su vida en cuerpo y alma y por lo que han abandonado todo, incluso los estudios, algo que ha sido fuente de gratificación física y psicológica pasa a ser el resto de su vida un trauma y un quiste emocional, cuando no, la puerta para la caída en hábitos pocos saludables o trastornos mentales y conductas tan graves como el suicidio y todo por....NO HABER TRABAJADO EL ASPECTO MENTAL EN EL DEPORTISTA.


Nacho NAVARRO
Psicólogo Deportivo
Máster en Psicología del Deporte y la Actividad Física.
Experto Universitario en Psicología del Deporte
Coaching Deportivo

Nº Colegiado: O-02350



domingo, 18 de agosto de 2019

¿ ERES EL MEJOR ENTRENADOR PARA MI?


      En ocasiones, la gente piensa que para llegar a la élite en el deporte, basta con tener ese tan codiciado “DON” que viene de serie en algunos deportistas y nada mas lejos de la realidad…solo con el “don”,  ni vives, ni llegas, ni te mantienes en la élite deportiva y eso te lo enseña un dato tan objetivo como que, medalla de oro en una olimpiada solo puede ser uno.

    Os aseguro que en algunos deportes, como la natación, los ocho nadadores que llegan a una final olímpica tienen ese “DON”, pero también tienen millones de horas de entrenamiento, un sacrificio inhumano, una dedicación exclusiva dejando de lado familia, amigos, estudios.

    Entonces, si los ocho finalistas tienen ese “Don” para la natación y han seguido la misma y extenuante planificación ¿ Qué es lo que marca la diferencia  entre el primero que alcanza la gloria olímpica y el cuarto que será un total desconocido (separándoles tan solo centésimas o milésimas de segundo…)?

    En estos niveles, las diferencias las marcan pequeñísimos detalles , detalles como la forma de afrontar la competición desde el punto de vista psicológico, la FORTALEZA MENTAL, la GESTIÓN DE LA ANSIEDAD etc.

    Pero no solo está el aspecto mental, hay mas variables que influyen, algunas estarán bajo nuestro control y serán las que tenemos que tener perfectamente identificadas y trabajadas al máximo, habrá otras que estén totalmente fuera de nuestro control  por lo que en este caso y como todo en la vida, tendremos que jugar con esa pizca de suerte en el momento oportuno, pero lo que es indudable es que, cuanto mas trabajemos lo que está bajo nuestro control, menos terreno tendremos que dejarle a la suerte.         
  
Pero un aspecto que considero tremendamente importante será elegir (si es posible…)  aquel perfil de entrenador mas idóneo y compatible con nuestro deportista.

                                    

    Perfiles de entrenadores hay tantos como personas, los hay que son fríos, distantes, autoritarios, con nula capacidad de comunicación o de relación con el deportista, quizás “quemados” ya con su profesión, en el otro extremo tendremos también aquellos que serán cercanos, apasionados con su trabajo y con una habilidad especial para “llegar” al deportista y ganarse su confianza, respeto y admiración.

     Entre un punto y otro hay todo un abanico de perfiles de entrenadores que de forma indudable y en  función de la elección tomada , potenciará el rendimiento futuro del deportista o su posible abandono de la práctica deportiva. 

                                     
 
      Si cogiéramos uno de esos finalistas olímpicos  y le hiciéramos trabajar con tres, cuatro  o cinco perfiles diferentes de entrenadores, seguramente el rendimiento del deportista con cada uno de ellos sería diferente….con unos rendiría mas…, con otros menos, es por ello por lo que,  el buen entrenador no debería de limitarse solo a entrenar, debería también tener la capacidad de acompañar al deportista en su desarrollo, saber entenderlo, motivarlo, ponerle “las pilas” y activarlo cuando sea necesario, pero sobre todo es vital que SEPA y TENGA LA CAPACIDAD de estudiar, analizar y comprender al pura sangre que ha caído en sus manos, con sus virtudes y sus defectos,  para desde ese entendimiento, saber extraer de él su máximo rendimiento deportivo.

Acertar con la tecla de elegir el MEJOR ENTRENADOR POSIBLE, no será fácil, pero si vital para el futuro del deportista, ya que ello nos evitará la pérdida de un tiempo que ya no volverá y la inversión de un esfuerzo inhumano sin recompensa, pero sobre todo por que quizás…. solo tengamos una oportunidad para lograr ese CAMPEÓN OLÍMPICO.

Nacho NAVARRO
Psicólogo Deportivo
Máster en Psicología del Deporte y la Actividad Física.
Experto Universitario en Psicología del Deporte

Nº Colegiado: O-02350


martes, 11 de septiembre de 2018


 CUANDO EL DEPORTISTA ¨ CREE ¨  EN EL TRABAJO DEL PSICÓLOGO DEPORTIVO

                                Siempre que empiezo a trabajar con algún club o equipo deportivo, lo primero que me gusta dejar claro a padres, directivos, entrenadores y deportistas es que el uso del trabajo psicológico que se va a ofrecer NO ES OBLIGATORIO,  siendo una herramienta de uso totalmente voluntaria.

Y digo esto porque, en mi experiencia profesional trabajando con deportistas siempre he encontrado tres perfiles muy claros;

1º.- El deportista que ve la utilidad de la psicología del deporte, que se involucra con ilusión en este tipo de trabajo, que CREE en él, y que es consciente del valor añadido que supone trabajar la mente para llegar a conseguir su máximo rendimiento deportivo.

2º El deportista que tiene dudas, que no tiene muy claro en que consiste esto de la psicología del deporte y si funciona o no.

3º El deportista que está completamente cerrado a trabajar con un psicólogo del deporte porque esta convencido de que no lo necesita, o simplemente es así, no lo necesita, al menos en ese momento.

Con el primer perfil, los resultados son casi siempre inmediatos, la mejoría suele venir muy pronto, y como el deportista ve que hay resultados y funciona, su ilusión e implicación aumenta, retroalimentando su conducta,  con lo que el trabajo suele ser muy cómodo y fluido, con ese deportista despegamos muy rápido.

El segundo perfil, el dudoso, cuando ve los resultados que consigue el primer tipo y ve la utilidad y la mejora que consigue, suele subirse al carro del trabajo psicológico.

El tercer tipo, salvo momentos puntuales, no suele querer trabajar el aspecto mental.

Es por esto que al principio, suelo encontrar cierta reticencia a acercarse a mi y trabajar algún aspecto concreto, pero pasado un tiempo, al final siempre suele haber más deportistas del club que recurren a la ayuda del psicólogo deportivo de los que no lo usan nunca.

Y digo que no se puede obligar a nadie, porque si el deportista NO VE LA UTILIDAD Y NO “CREE” en ello, aunque no se oponga abiertamente al trabajo, y aparentemente parezca que se involucra, este deportista no se implicará totalmente, por lo que no habrá resultado alguno y si lo hay, va a ser pobre, por lo que será muy fácil para ellos o su entorno, llegar a la conclusión de que la psicología del deporte no funciona, no sirve para nada o cierto psicólogo es un incompetente.

Respecto de lo que significa “CREER” en la psicología del deporte pondría como ejemplo la entrevista realizada a Carolina Marín, la semana pasada en el programa “El hormiguero”, donde hablaba de forma muy gráfica y clara sobre su experiencia en el trabajo psicológico y de cómo le ha ayudado a conseguir su mejor juego y esa FORTALEZA MENTAL que tanto la caracteriza.

Ver video 

                                                    
  
Finalmente, los deportistas han de tener muy presente que la psicología deportiva es una ciencia como lo es la medicina, pero una ciencia que no hace milagros y digo esto por que en un gran número de ocasiones a los deportistas les puede la IMPACIENCIA, quieren resultados inmediatos, pretenden que les toquemos con una varita mágica y les recarguemos de motivación, debiendo ser conscientes que, para llegar al nivel de fortaleza mental de Carolina Marín, detrás hay un largo e intenso trabajo psicológico personalísimo, hecho como un traje a medida y llegar a ese nivel de fortaleza lleva su tiempo.


Nacho NAVARRO
Psicólogo Deportivo
Máster en Psicología del Deporte y la Actividad Física.

Col.Núm: O-02350

domingo, 4 de diciembre de 2016

EL APRENDIZAJE DE VALORES A TRAVÉS DEL DEPORTE BASE


          Siempre que me preguntan contesto de la misma forma, en deportistas jóvenes es importante inculcarles desde bien pequeñitos dos tipos de hábitos; el HÁBITO DE ESTUDIAR y el HÁBITO DE HACER DEPORTE. 

          El primero, para que con el paso de los años puedan tener opciones a  incorporarse al mundo laboral en la profesión elegida, y el segundo, para que pronto empiecen a incorporar en su vida, hábitos saludables, un entorno, una alimentación, amistades y costumbres beneficiosas para su cuerpo, de esta forma evitaremos también, que desperdicien el  tiempo de forma sedentaria o con amistades que no interesan. 

         A su vez, es importante darse cuenta de que a través del deporte, vamos a darles la oportunidad  de que TOMEN CONTACTO, descubran e INTERIORICEN determinados valores que les van a ser tremendamente útiles, tanto a lo largo de su vida deportiva como en su vida de adultos, valores como:

 

.- Espíritu de sacrificio, esfuerzo                                          .- Compromiso con la actividad deportiva

.- Constancia, dedicación                                                      .- Aceptar las reglas del juego,

.- Compañerismo                                                                  .- Convivencia

.- Respetar a sus compañeros                                                .- Respetar a los adversarios

.- Respetar una figura de autoridad (arbitro,  entrenador)

.- Plantearse  objetivos y metas deportivas, aprender que unas veces las conseguirán, otras veces 
   no, disfrutar de los logros, digerir las derrotas, desarrollar tolerancia a la frustración, aprender a 
   persistir para alcanzar sus metas.

 
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        Si os fijáis, cada uno de estos valores serán EXACTAMENTE LOS MISMOS que se van a encontrar, en el día a día de su vida de adultos o cuando se quieran plantear UN OBJETIVO O META PROFESIONAL (acceder a determinado puesto de trabajo, mejorar dentro de su empresa...).
       Si conseguimos que los deportistas jóvenes interioricen ya desde bien pequeños estos conceptos y los proyecten en su forma de ser y de actuar, estarán adquiriendo A TRAVÉS DEL DEPORTE un APRENDIZAJE EXTRA, un bagaje y unas herramientas que les supondrán UNA VENTAJA añadida a la hora de incorporarse a su vida profesional, valores que quizá una persona sedentaria, no los tenga tan potenciados por no haber tenido ese contacto-aprendizaje temprano a través del deporte, por eso y por otros motivos, los profesionales siempre decimos que es un GRAN ERROR castigar a los niños con no continuar con la actividad deportiva, se estará cercenando en gran medida este aprendizaje.
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       Cada uno de esos valores será una pequeña semilla que DEPOSITAMOS en el interior de cada niño, semilla que se irá regando día a día con la práctica deportiva y la experiencia, convirtiéndose primero en una planta y luego en un árbol robusto con fuertes raíces ancladas al suelo, es decir, esas semillas van a ir creando una persona con fuertes valores enraizados en su personalidad.  

     Por último, si tan importante y trascendente es para los padres, elegir aquel colegio que pueda ofrecer la mejor educación formal a sus hijos, no menos cuidadosa debería de ser, la elección de aquel club o institución  a la que se va a confiar la educación deportiva de los mismos, valorando aspectos como, qué tipo de profesionales están detrás de ese club,  si cuenta con técnicos con la formación y experiencia adecuada, si tienen presente esa formación en valores y si los llevan a la práctica en el día a día.
    No debemos olvidar que a través del deporte CREAMOS DEPORTISTAS, pero también, a través de sus valores,  podemos EDUCAR, CREAR PERSONAS, MOLDEAR PERSONALIDADES, crear futuros adultos con una forma de pensar, de sentir y de actuar consigo mismo y con los demás, en definitiva, con una forma de interaccionar en este mundo.

Nacho NAVARRO
Psicólogo Deportivo
Máster en Psicología de la Actividad Física y del Deporte.