En
ocasiones, la gente piensa que para llegar a la élite en el deporte,
basta con tener ese tan codiciado “DON” que viene de serie en algunos
deportistas y nada mas lejos de la realidad…solo con el “don”, ni vives,
ni llegas, ni te mantienes en la élite deportiva y eso te lo enseña un dato tan
objetivo como que, medalla de oro en una olimpiada solo puede ser uno.
Os aseguro que en algunos deportes, como la
natación, los ocho nadadores que llegan a una final olímpica tienen ese “DON”,
pero también tienen millones de horas de entrenamiento, un sacrificio inhumano,
una dedicación exclusiva dejando de lado familia, amigos, estudios.
Entonces, si los ocho finalistas tienen ese “Don”
para la natación y han seguido la misma y extenuante planificación ¿ Qué es lo
que marca la diferencia entre el primero que alcanza la gloria olímpica y
el cuarto que será un total desconocido (separándoles tan solo centésimas o
milésimas de segundo…)?
En estos niveles, las diferencias las marcan
pequeñísimos detalles , detalles como la forma de afrontar la competición desde
el punto de vista psicológico, la FORTALEZA
MENTAL, la GESTIÓN DE LA
ANSIEDAD etc.
Pero no solo está el aspecto mental, hay mas
variables que influyen, algunas estarán bajo nuestro control y serán las que
tenemos que tener perfectamente identificadas y trabajadas al máximo, habrá
otras que estén totalmente fuera de nuestro control por lo que en este
caso y como todo en la vida, tendremos que jugar con esa pizca de suerte en el
momento oportuno, pero lo que es indudable es que, cuanto mas trabajemos lo que
está bajo nuestro control, menos terreno tendremos que dejarle a la
suerte.
Pero un aspecto que considero tremendamente importante será elegir
(si es posible…) aquel perfil de entrenador mas idóneo y compatible con
nuestro deportista.
Entre un punto y otro
hay todo un abanico de perfiles de entrenadores que de forma indudable y
en función de la elección tomada , potenciará el rendimiento futuro del
deportista o su posible abandono de la práctica deportiva.
Si cogiéramos uno de esos finalistas
olímpicos y le hiciéramos trabajar con tres, cuatro o cinco
perfiles diferentes de entrenadores, seguramente el rendimiento del deportista
con cada uno de ellos sería diferente….con unos rendiría mas…, con otros menos,
es por ello por lo que, el buen
entrenador no debería de limitarse solo a entrenar, debería también tener la
capacidad de acompañar al deportista en su desarrollo, saber entenderlo,
motivarlo, ponerle “las pilas” y activarlo cuando sea necesario, pero sobre
todo es vital que SEPA y TENGA
LA CAPACIDAD de estudiar, analizar y comprender al pura sangre que ha caído en sus manos, con sus virtudes y sus defectos, para desde ese
entendimiento, saber extraer de él su máximo rendimiento deportivo.
Acertar con la tecla de elegir el MEJOR
ENTRENADOR POSIBLE, no será fácil, pero si vital para el futuro del deportista,
ya que ello nos evitará la pérdida de un tiempo que ya no volverá y la inversión
de un esfuerzo inhumano sin recompensa, pero sobre todo por que quizás…. solo
tengamos una oportunidad para lograr ese CAMPEÓN OLÍMPICO.
Nacho NAVARRO
Psicólogo Deportivo
Máster en Psicología del Deporte y la Actividad Física.
Experto Universitario en Psicología del Deporte
Nº Colegiado: O-02350