martes, 27 de julio de 2010

La Autoconfianza en la Psicología del Deporte

Podemos definirla como aquella confianza que tiene el deportista en sus PROPIOS RECURSOS para alcanzar el éxito o el objetivo marcado.

La auto-confianza es una EXPECTATIVA REALISTA respecto a lo que uno puede realmente hacer para conseguir el éxito. Y esta expectativa realista tiene que ver fundamentalmente con:
1.-) Conocimiento REAL de las dificultades a superar
2.-) De los RECURSOS PROPIOS que se tienen para alcanzar el objetivo





Estos dos aspectos nos hacen ser conscientes de las auténticas posibilidades que tenemos para conseguir el éxito, nos determinan una SENSACIÓN DE CONTROL muy marcada, porque el deportista es consciente de sus posibilidades, sus limitaciones y lo realmente importante, es consciente de las posibilidades que tiene para superar esas limitaciones.
La clave de la auto-confianza no es que el deportista crea ciegamente que va a ganar (“ estoy seguro de que voy a llevarme la victoria....”), si no, que tenga una CONVICCIÓN OBJETIVA REALISTA (estado interno, no basado en corazonadas) de que tiene los recursos necesarios para ganar y poder superar los errores que será inevitable que aparezcan durante la competición.
En ocasiones, los deportistas hacen manifestaciones de confianza que obedecen únicamente a intereses publicitarios, p.ej. “Estoy seguro de que voy a ganar....”, “no me va a durar ni un asalto....” en otras ocasiones, para intimidar al adversario o para dar la imagen que corresponde con un buen competidor “estoy mas fuerte que él....”, “no va a pasar ni la primera ronda...”, en otras ocasiones, para transmitir a la gente de su entorno seguridad y confianza, pero realmente, en su interior, lo que puede estar viviendo sea desconfianza o preocupación, es lo que se conoce con el nombre de la FALSA CONFIANZA.




Conducta del deportista con auto-confianza :

.- Conoce sus posibilidades, percibe la competición menos amenazante.
.- Controla mejor el estrés pre-competición.
.- Se centra mas en conductas útiles antes, durante y después de la competición.
.- Es mas persistente en su esfuerzo.
.- Le afectan menos, controla antes las situaciones estresantes de la competición.
.- Mantiene mejor su EQUILIBRIO EMOCIONAL.
.- Se recupera mejor de las malas actuaciones y resultados.
.- Independientemente del resultado analiza objetivamente el resultado y saca
conclusiones útiles de cara a próximas competiciones.
Esta forma de actuar establece un mecanismo circular muy beneficioso y que potencia aún mas la auto-confianza.

Conducta del deportista con falsa confianza:

.- En principio, afronta la competición con aparente entusiasmo, auto-engañándose sin un verdadero control de la situación.
.- La falta de control y su aparente confianza no serán mas que un “juguete” de los acontecimientos que surjan en la competición de sus dudas y falta de convicción interna.
.- Cuando éstas surjan, el triunfalismo inicial se transforma en un comportamiento incontrolado, desesperado no siendo el mas apropiado para conseguir el éxito.
.- Se empezarán a utilizar los pensamientos positivos, casi siempre de forma ineficaz hasta que el deportista percibe su inutilidad.
.- Comienza la discrepancia entre las expectativas previas y lo que ocurre en la realidad debilitando cada vez mas la auto-confianza y disminuyendo el control de la situación.

RELACIÓN AUTO-CONFIANZA CON RENDIMIENTO DEPORTIVO




Auto-confianza y rendimiento deportivo van estrechamente relacionados. A mayor auto-confianza mayor control de las situaciones estresantes y por tanto mas leve o inexistente serán las reacciones del deportista ante la situación estresante.

.- Auto-confianza baja = el deportista verá la competición como AMENAZA.
.- Auto-confianza alta = el deportista verá la competición como RETO.

La auto-confianza debe estar presente en los días y momentos previos a la competición de forma que empiece la misma en las mejores condiciones posibles. En estos días y períodos previos a la competición, la auto-confianza es la variable psicológica mas relevante para el rendimiento deportivo ya que permite que los deportistas puedan controlar la incertidumbre de esos momentos previos.
El deportista con una auto-confianza alta comenzará a competir con un elevado control de la situación, sin depender de que las cosas vayan bien o mal en estos primeros momentos decidiendo si es o no “su día”, esto provocará que empiece a competir estando tranquilo y confiado o nervioso e inseguro. También le permitirá no perder el control de la situación ante sus errores, o los aciertos de sus rivales.
Por otro lado, un exceso de auto-confianza a veces debido a un amplio dominio sobre los rivales, también puede ser negativo ya que puede propiciar un exceso de relajación, favoreciendo que no se ultime la preparación final para llegar a la competición en las condiciones óptimas para rendir al máximo, en estos casos, los resultados “sorpresa” son mas probables y los deportistas pueden perder partidos, pruebas y puntos ante deportistas inferiores.

ELEMENTOS QUE PUEDEN AFECTAR A LA AUTOCONFIANZA Y QUE DEBEN DE SER TRABAJADOS.



• Las expectativas y los logros.

Uno de los factores, es que el deportista tenga una EXPECTATIVA REALISTA de que verdaderamente puede alcanzar el objetivo que se propone , conseguirlo aumenta la percepción de control de la situación y fortalece la auto-confianza mientras que no conseguirlo la debilita. Cuanto mayor sea la discrepancia entre expectativa y el logro mayor será el daño en la auto-confianza por lo que se acentúa la necesidad de establecer objetivos progresivos y realistas, todo ello supone:

1.- Que el objetivo sea realmente alcanzable para el deportista en ese momento
2.- Que el deportista perciba que es un objetivo al alcance de sus posibilidades.


Es decir:
.- No establecer objetivos demasiado altos
.- A conseguir en un tiempo demasiado corto
.- Y sin establecer objetivos progresivos intermedios claramente definidos
Estrategia:

.- En principio, utilización de objetivos MUY ALCANZABLES aunque no sean muy ambiciosos. Conseguir estos objetivos contribuirá a que poco a poco el deportista aumente su auto-confianza sintiéndose mas eficaz. Cuando auto-confianza mas sólida = objetivos mas ambiciosos.


.- Tener en cuenta su historial pasado de éxito-fracaso/expectativas-logros. Cuanto mayor discrepancia mayor daño en la auto-confianza.
.- Centrar el trabajo en los objetivos de realización (dominar la técnica, la ejecución de la conducta) y no en el resultado de la misma (objetivo de resultado). Si el deportista se centra en la realización correcta de sus conductas y no en el resultado trabajará con menos presión y en condiciones de rendir mejor, aumentará su control de la situación, su percepción de auto-eficacia, auto-confianza, centrará su atención en las conductas que realmente dependen de él favoreciendo el desarrollo de la auto-confianza.

.- Realizar competiciones de “prueba” centrándose en la técnica y en la ejecución y no en el resultado de la misma. El deportista trabajará sin la presión del resultado, auto-observará los aspectos positivos y negativos de la competición con independencia del resultado para obtener una valiosa información y establecer planes futuros. Esta situación de prueba hará que el deportista afronte la competición con una perspectiva diferente, centrándose en lo que tiene que hacer, en lo que depende de él, admitiendo la posibilidad de que se produzcan errores y se presenten dificultades. De esta forma el deportista comenzará a competir con un estilo de afrontamiento diferente basado en el control de la situación y no en el azar de que las cosas comiencen de una manera u otra.
• Control de la situación deportiva

Plantear objetivos apropiados y conseguirlos contribuirá a que el deportista perciba que controla la situación, si además el deportista percibe que está bien física y técnicamente aumentará su percepción de auto-confianza ocurriendo lo mismo si se encuentra bien en la parcela psicológica.
Percibir que se controla la situación deportiva antes de una competición es importantísimo, es el elemento básico para controlar ese estrés pre-competitivo tan perjudicial. Para ello hay que preparar de forma detallada la competición, ya que es una factor esencial y esto debe incluir:

.- Establecer un estrategia de competición eficaz.
.- Tener muy claro que dificultades pueden aparecer en la competición.
.- Si aparecen esas dificultades, disponer de planes alternativos o soluciones a esas dificultades y llevarlas a cabo.

Es importante que el deportista junto con su entrenador o el psicólogo haya realizado un análisis objetivo de las dificultades que se van a presentar en la competición, de las propias posibilidades de superarlas, que se tenga un plan de actuación , que se anticipen las dificultades y sus soluciones. Si finalmente aparecen esa dificultades y son superadas por las soluciones previstas esto hará que la auto-eficacia y la auto-confianza se vean enormemente reforzadas.

• Estilo de funcionamiento objetivo

Como ya hemos visto, además de objetivos realistas, congruencia entre expectativas y logros, una buena y completa planificación deportiva y psicológica, es necesario que el deportista aprenda a funcionar mentalmente de una forma muy objetiva. Este funcionamiento evitará percepciones subjetivas, ajustándolas a la realidad y por otro lado, evitará que el deportista lo haga de manera improductiva o perjudicial. Esto se podría llevar a cabo de la siguiente forma:
.- Valorando las posibilidades de rendimiento propias, a veces los deportistas no saben valorar el momento de forma en el que se encuentran, sus puntos fuertes, puntos débiles o los del adversario, no saben analizar la influencia del ambiente, el tipo de competición, avocando todo ello en un mal análisis de la competición y probablemente a expectativas inapropiadas. El deportista debe aprender a analizar toda esa información y en función de datos rigurosos, objetivos y no simples corazonadas valorar las posibilidades reales de éxito.
.- También es necesario que el deportista evalúe objetivamente su rendimiento. Cuando no lo hace así es probable que cometa múltiples errores de apreciación personal llevando ello a establecer valoraciones subjetivas y distorsionadas de las expectativas y los logros.
Una vez evaluado su rendimiento hay que ver si existe una alta congruencia entre expectativas y logros, dándose cuenta de ello y no atribuirlo a la suerte o al azar. Si no existe esa congruencia es necesario obtener de esos fracasos valiosas conclusiones con vistas a competiciones futuras de forma que aunque no se haya obtenido el resultado deseado se pueda obtener un preciado aprendizaje de la experiencia vivida, aprovechando lo ocurrido para perfeccionar los propios recursos y ser mas eficaz en las próximas competiciones. De esta manera pese a no obtener el resultado deportivo deseado el deportista percibirá que domina la situación en mayor medida que antes y que controlará mejor sucesivos intentos, que controla en gran manera esas experiencias de fracaso, por otro lado, inevitables a lo largo de la vida deportiva de TODOS los deportistas. Es vital que los deportistas aprovechen esas experiencias en lugar de hundirse ya que la interpretación correcta de las experiencias adversas y el buen aprovechamiento de ellas fortalecerá la auto-confianza.

• Confianza en el entrenador

Muchos entrenadores influyen enormemente en la preparación, actuación y funcionamiento del deportista, por lo que la confianza del deportista en su entrenador influirá enormemente en su rendimiento. Si el deportista confía en la eficacia de su entrenador también se verá el mismo como eficaz.
A su vez, un funcionamiento objetivo por parte del entrenador hará que el deportista confíe mas en él, por el contrario si el entrenador funciona por impresiones subjetivas , sin fundamento, influido por estados de ánimo o cuestiones anecdóticas del momento hará que la relación con el deportista no sea la mas idónea y por tanto inevitablemente el rendimiento del deportista a la larga se verá perjudicado.
Por el contrario si el deportista ve que el entrenador funciona con planteamientos, análisis y razonamientos objetivos percibirá que cuando el entrenador dice o hace algo, sabe lo que está diciendo o haciendo fomentando la confianza en él.


BENEFICIOS DE LA AUTOCONFIANZA

.- Alta expectativa de éxito. .- Aumenta el esfuerzo
.- Activa emociones positivas. .- El deportista con auto-confianza juega para ganar.
.- Facilita la concentración. .- El deportista con auto-confianza nunca se rinde ya
.- Afecta a las metas: la gente con que ve la competición como un desafío aunque las
auto-confianza tiende a fijarse cosas estén yendo mal.
metas desafiantes y perseguirlas de manera activa.

Tras escucharlo en unas declaraciones en los medios de comunicación, un claro ejemplo de fortaleza mental ante una derrota, sería el caso de nuestro boxeador Gabriel Campillo en su defensa del título mundial en Las Vegas contra Shumenov. Todo el mundo ha visto las imágenes de esa pelea y la forma en la que le arrebataron el cinturón . Ante esa situación, Gabriel ha demostrado una personalidad muy sólida, ha digerido muy bien la situación, es consciente de que por más injusto que sea, este tipo de hechos también forman parte de este deporte.



Pero a Gabriel no lo hemos visto hundido, todo lo contrario, esta situación le ha permitido ser mas consciente de su superioridad tanto física, técnica como táctica, algo visto y confirmado por todos los críticos y aficionados a este deporte en todos los países del mundo. Esa fortaleza mental que demuestra Gabriel es un rasgo típico de los grandes y auténticos campeones estoy convencido de que en gran medida parte del mérito también es de la gente de su entorno.
Pero la revancha por el título mundial llegará y tendrá su oportunidad...


Nacho NAVARRO

Psicólogo Deportivo
Master en Psicología del deporte y la actividad física

La Motivación en el Deporte de Competición







Siempre me gusta empezar diciendo que cada deportista igual que cada persona es un mundo y ahí probablemente resida la mayor dificultad en psicología del deporte, pero a la vez, ese mismo motivo, ha sido siempre mi mayor reto.







En prácticamente todas las ocasiones en las que algún deportista se a acercado a mi, casi siempre acaba saliendo a la luz el tema de la “motivación”, como si ésta fuera la clave única y principal a trabajar para conseguir el máximo rendimiento.

Desde luego que la motivación es un elemento muy importante a tener en cuenta, pero no es el único. Existen varios aspectos mentales (algunos indicados en el primer artículo) en los que según cada caso personal, pueden llegar a tener tanta importancia o más que la propia motivación.

Un ejemplo muy claro lo viví con un deportista profesional que insistentemente le daba vueltas al tema de la motivación, estando convencido de que ése era el problema causante de su bajo rendimiento en competición.

Después de observarlo durante un tiempo, recopilar la información necesaria y analizar todas las posibles causas de ése bajo rendimiento (sería un gravísimo error centrarse en sol una hipótesis) me di cuenta que de motivación iba sobrado (entrenar de 4 a 6 horas todos los días y haciendo entrenamientos de calidad requiere mucha motivación...), y que ése no era el problema por el que no llegaba al rendimiento que buscaba.

Tras ir descartando alternativas y teniendo en cuenta toda la información recopilada así como su historial pasado de victorias y resultados no tan buenos, vi con claridad que lo que él debería de trabajar mas que la motivación era la auto-confianza y la auto-estima....

Las últimas declaraciones que escuché de este deportista en la radio fueron a principios de temporada y decía lo siguiente... “ este año me encuentro mas fuerte que nunca, estoy en mi mejor año deportivo y tengo unas ganas enormes de demostrar lo que valgo.....”. Comenzar la temporada con esa fortaleza mental es un punto de partida muy positivo, pero solo con eso no está garantizado el éxito, sería necesario un continuo seguimiento durante toda la temporada para ir controlando las dificultades que pudieran ir surgiendo. En ocasiones, algunos deportistas pueden hacen este tipo de declaraciones con la intención de auto-convencerse y enmascarar su inseguridad y sus miedos, es lo que se conoce con el nombre de la falsa confianza, debiendo tener muy en cuenta aspectos como éste.

El exceso de motivación también puede ser muy peligroso, entre otras cosas porque puede dar lugar al sobreentrenamiento, a la precipitación en la competición y si los resultados no llegan pueden provocar frustración, ansiedad etc... Puede darse el caso de que un deportista esté muy motivado, muy centrado en su deporte, que entrene muy bien, que lleve a rajatabla toda la planificación de la temporada, que sea muy responsable y que se cuide al máximo para posteriormente, cuando llega la hora de la competición donde tiene que verse reflejado todo el trabajo realizado, ante el mínimo contratiempo o dificultad se venga abajo anímicamente, pegando un bajón de rendimiento alarmante. Si esto además se repite con asiduidad, el deportista puede entrar en un circulo vicioso y peligroso en el que, más temprano que tarde, acabará viéndose perjudicada su auto-confianza y su auto-estima, llegando a asociar una ansiedad enorme a todo lo que tenga que ver con la competición, pudiendo llegar a alejarse de ella de forma inconsciente y pudiendo a provocar finalmente el abandono de la actividad deportiva.



En psicología. del deporte, no existen pócimas mágicas con las que recargar al deportista hasta los topes de motivación, competitividad, autoestima etc..., si fuera así, todo sería muy sencillo y cualquiera podría hacerlo. Al igual que el deportista para mejorar su condición física o técnica tiene que entrenar muchas horas y seguir a rajatabla las instrucciones del entrenador, en psicología del deporte ocurre lo mismo, el psicólogo es el entrenador de la mente del deportista y para que éste obtenga una mejora en algún aspecto mental, debería seguir al pie de la letra las instrucciones del psicólogo, practicar y entrenar las técnicas planteadas por éste hasta que las domine a la perfección .

En algunos casos, esto no es así y el deportista no se lo toma con la suficiente seriedad, por lo que, lo mas normal, es que no haya resultado alguno o si hubiese algún resultado, éste sería muy pobre, pudiendo caer muy fácilmente en el tópico de que “ la ps. del deporte no vale para nada...” o por decirlo de una forma elegante... “este psicólogo es un incompetente...” cuando la pregunta clave habría sido ¿el deportista ha seguido al pie de la letra las instrucciones del psicólogo, se lo ha tomado en serio?. Un ejemplo muy claro sería aquel que va al médico porque tiene catarro y éste le receta un jarabe, el paciente finalmente no se toma el jarabe por dejadez, pero además le dice a todo el mundo que tal médico es un incompetente porque no le ha curado....



En psicología. del deporte pocas cosas tiene una solución rápida o sencilla, generalmente las cosas del “coco” requieren su tiempo y están muy reñidas con las prisas y con la impaciencia de algunos deportistas o de la gente de su entorno. Como siempre digo, cada deportista es un mundo y unos interiorizan el trabajo a desarrollar mas rápido que otros. Por ejemplo, cuando a un deportista se le enseña una técnica como la relajación, el primer paso sería explicarle el mecanismo de funcionamiento de la técnica, luego vendría la práctica continua del ejercicio para su aprendizaje e interiorización, corregir errores, pulir la técnica hasta su total dominio , para finalmente tanto en entrenamientos como en competición cuando se presente el estímulo que provoque la necesidad de aplicar esa técnica, el deportista detecte esa necesidad y la aplique con efectividad y todo ello requiere de tiempo, no se puede pretender dominar la técnica y ejecutarla eficazmente ya desde el primer día.



TIPOS DE MOTIVACIÓN



Hay que tener muy presente que existen diferentes tipos de motivación y que todas se influyen las unas sobre las otras. Tenemos la motivación básica, es decir, aquel interés o atracción que tiene una persona por un deporte determinado, el por qué a uno le atrae mas el boxeo que el full o el MMA al Judo etc. También tenemos la motivación cotidiana; que sería aquella motivación o deseo que tiene el deportista por practicar ese deporte a diario, por entrenar mas o menos horas, tiene que ver con la satisfacción y el disfrute practicando ese deporte, por qué unos no se pierden entrenamiento y otros van de vez en cuando.

Ambos tipos de motivación se influyen entre sí en gran manera, si potenciamos la motivación básica también se verá potenciada la motivación cotidiana, por ejemplo, en un momento dado de la temporada y quizás influenciado por los malos resultados el psicólogo deportivo se da cuenta que un determinado deportista tiene su motivación básica por los suelos, si el psicólogo o el entrenador potencian su motivación cotidiana podrían ayudar al deportista a superar ese momento crítico, por lo que, hay que fortalecer para que sea sólida y estable la motivación básica, a la vez que se trabaja de forma continua la cotidiana.


También tenemos la motivación extrínseca que sería aquella que hace que nos mantengamos en un determinado deporte por factores o causas externas a nosotros, es decir, porque ganamos dinero, fama, los aplausos del público, etc (reforzadores externos), por otro lado la motivación intrínseca sería aquella que nos mantiene practicando un deporte por motivos o causas internas (reforzadores internos) como sería mantenernos en forma, delgados, sensación de bienestar físico, hábitos saludables, mejorar marcas personales, deseo de superación personal etc.

En el ámbito educativo debe de fomentarse mas la motivación intrínseca para fomentar hábitos saludables, beneficios físicos y psicológicos. En el deporte de competición también debe de fortalecerse dicha motivación pero teniendo muy en cuenta la influencia que tiene la motivación extrínseca en el competidor. Por lo general, los deportistas que dependen en exceso de la motivación extrínseca (dinero, fama...) son mas vulnerables que los que dependen de la motivación intrínseca (retos personales) por lo que hay que tenerlo muy en cuenta para su compensación y equilibrio.

Por último, tenemos la motivación centrada en el ego; que sería aquella motivación que nos mueve a ganar o conseguir determinados objetivos pero porque de esa forma demostramos que somos superiores o mejores que un determinado rival o adversario. Sin embargo la motivación centrada en la tarea sería aquella que nos mueve a conseguir determinados objetivos no por demostrar superioridad respecto a otra persona sino por conseguir determinados retos u objetivos personales, determinada sensación de dominio o progreso en el ejercicio. En una situación de iniciación o aprendizaje de un deporte es mas probable que exista una motivación centrada en la tarea y el dominio de la técnica, mientras que en el deporte de competición al estar inmersos en una continua evaluación social es mas probable que el deportista se centre en el ego, de echo los grandes campeones suelen ser personas con un enorme deseo de vencer y una elevada motivación del ego.

Pero hay que tener cierto cuidado, ya que la motivación centrada en el ego tiene una gran dependencia en los elementos externos (fama, reconocimiento social, dinero, lujos...)que no dependen ni están bajo el control total de los deportistas por lo que puede provocar que la competición se vuelva excesivamente estresante pudiendo llegar a provocar un bajón en auto-confianza , auto-estima y motivación importante si no se consiguen los resultados marcados.

Sin embargo, si a la vez que se trabaja el ego, se potencia la motivación centrada en el dominio de la tarea y en la consecución de los objetivos planificados, el riesgo se reduce enormemente ya el deportista aprecia que tiene una mayor control sobre la situación, reduciendo el estrés de la competición y los efectos de los resultados negativos que pudieran venir.



Una vez terminada la competición, la motivación es fundamental en la recuperación física y mental de un deportista, máxime si los resultados no han sido muy favorables. Por ejemplo; aquel boxeador que ha perdido por k.o. ó de forma muy clara. Este tipo de situaciones es inevitable que afecten al deportista, pero es misión del psicólogo que no afecte mas de lo necesario, el deportista debe de seguir con su ritmo de trabajo, todos los deportistas pasan a lo largo de su vida por situaciones decepcionantes o dolorosas como esta, pero hay que aprender de la experiencia vivida y recuperarse lo antes posible. En los deportes de contacto hay que tener muy claro que este tipo de situaciones pueden ocurrir, por lo que es un trabajo que hay que tener madurado e interiorizado con antelación, antes de que ocurran, no hay que esperar a que se de la derrota para lamentarse y afrontar esa situación.

Si el deportista asimila que ese tipo de derrotas pueden llegar y acepta que forma parte del riesgo de este deporte, en el caso de que ocurra, es seguro que al deportista le va a afectar mucho menos provocando a su vez que la recuperación sea mucho mas rápida y que pueda estar listo para competir de nuevo mucho antes.

Sería importante que el deportista para su recuperación se motive por nuevos objetivos a medio-largo plazo pero importantes para él, que encuentre incentivos cercanos que le ayuden a recuperar la ilusión. Aquí es vital el trabajo del psicólogo, así como del entrenador y la gente del entorno del deportista. No obstante, hay mucha gente aficionada a los deportes de contacto y bastantes menos las que se atreven a practicarlos en los gimnasios, pero tomar la decisión dar ese pequeño salto y subirse a un ring y pegarse con un desconocido, aunque parece un pequeño paso, para el 99´9 % de los aficionados a estos deportes es todo UN ABISMO y es un paso que no es capaz de dar todo el mundo, por lo que los deportistas que son capaces de tomar esa decisión y dar ese “PEQUEÑO” saltito de valentía y coraje demuestran que son “GENTE DE OTRA PASTA”, gente “ESPECIAL” y cuando un deportista de estos, pierde por K.O. o por una abrumadora inferioridad lo último que se nos debería de ocurrir es reírnos de ello.

Para que eso te pase, primero has tenido que ser valiente y subirte a un ring. Los verdaderos aficionados a estos deportes saben que el que se ríe de eso, ni entiende de boxeo, ni es un auténtico aficionado, y probablemente no le haya ocurrido a él nunca porque no ha tenido el coraje de subirse a un ring. Por eso, ya para terminar, me vienen a la memoria las sabias palabras que nos dedicó Javi Castillejo el día de su homenaje y despedida en La Cubierta de Leganés, “amar el Boxeo y respetad a los Boxeadores…..” , chapó Javi…..dándonos lecciones y enseñándonos cosas incluso después de colgar los guantes.




Nacho NAVARRO

Psicólogo Deportivo
Master en Psicología del deporte y la actividad física